Cada colegio tiene su tradición y transmite distintos valores que compartirán sus alumnos y egresados, incluso tiempo después de haber terminado los estudios.
Gymnasium, una prestigiosa escuela de Tucumán, realiza todos los años un campamento único para varones. Martín Falci, director del film y egresado del colegio, retratará una semana en aquel lugar, en medio de un contexto bastante especial. El establecimiento dejará de ser exclusivamente de chicos y justo unos meses antes murió uno de los alumnos del último año. Estas sensaciones se mezclarán dentro del relato.
“La Hermandad” plasma entonces la experiencia de un grupo de chicos de 10 años que vive por primera vez este campamento, mientras que son guiados por alumnos mayores. Veremos su adaptación al lugar, los juegos, los desafíos que tienen por delante, a través de un registro observacional. El film es un documental, en el cual la cámara no interviene sino que retrata la realidad a su alrededor.
La simpatía de los chicos y las distintas emociones que van atravesando, como alegría, frustración, miedo, entre otras, logran cautivar al público. Muchas de las acciones que realizan son por el mero sentido de pertenencia, no porque elijan hacerlo.
Realizando una crítica al estilo de prácticas que vemos en el film, el director nos muestra las contradicciones de aquella experiencia. Mientras que los alumnos más grandes hablan en contra de la violencia, tomando como eje la pérdida de un compañero, los rituales y juegos por los que atraviesan los más pequeños están llenos de contacto físico y violencia verbal, donde la masculinidad de cada uno se pone a prueba. La película aborda el crecimiento de estos chicos, quienes deben dejar atrás la niñez y viajar lejos de su familia a un lugar inhóspito, la superación de obstáculos, la amistad, entre otras cuestiones, desde una mirada puramente masculina. Si bien existen momentos de emoción, la mayoría del tiempo los chicos no se permiten sentirse mal o llorar, tienen que demostrar que pueden con toro. La película busca criticar y deconstruir esta imagen que se crea de cómo debe comportarse un varón mientras busca y desarrolla su identidad.
Los aspectos técnicos son correctos, donde se destaca sobre todo la utilización de la locación como un personaje más. Todo sucede en el campamento.
En síntesis, “La Hermandad” busca realizar una crítica sobre las prácticas masculinas ligadas a la violencia y los estereotipos de comportamiento, donde el contacto físico supera a las emociones. A partir de un registro observacional y con la experiencia propia del director de base, la película logra cumplir con su objetivo.