La decisión de Dominga
El patriarcado de don Arcadio presenta signos de decadencia, así como el status de los Amado, familia que supo vivir épocas de opulencia en sus campos de Tucumán pero que ahora se ve en una situación de retirada poco digna ante el avance de los nuevos ricos en la provincia de la caña de azúcar.
Una reunión en las afueras, en una casa de campo con vistas a venderse en los próximos días, es el pretexto para construir la urdimbre de las traiciones y lealtades entre los hermanos. Aunque el problema mayor para los Amado no es la frágil salud de Arcadio y su inminente despedida sino que Dominga, la aborigen que cuida a Arcadio y hace los quehaceres domésticos de la familia, ya no puede ocultar su embarazo y pare justo el día de la reunión.
A partir de ahí, la indiferencia de los hermanos y de toda la familia se mezcla con la hipocresía de clase, modelo que responde a la idiosincracia de una clase media alta que ve a la servidumbre desde un pedestal de falsa moral. Dominga calla y al no recibir apoyo sabe que su única salida es tomar una drástica desición. Mientras tanto el patriarcado de los Amado sucumbe, sus ruinas se hacen evidentes y la rivalidad entre los tres hermanos, dos hombres y una mujer, avanza por los andariveles convencionales.
Con sutileza, detalles y una puesta en escena que hace de los espacios su arma más efectiva, este opus de Luis Sampieri maneja de manera eficaz los tiempos muertos, la sequedad en las palabras y en la gestualidad del reparto para que el relato transite por el terreno de lo sutil, sin un énfasis en lo discursivo y con el ojo puesto al servicio de los climas y una atmósfera que se va enrareciendo entre los secretos y las relaciones humanas.