Es probable que saber exactamente cuándo uno va a morir sea motivo de angustia y, también, de liberación. Esta película toma sólo la primera de las posibilidades, lo que le quita la mitad de su efectividad.
Uniendo lo sobrenatural con algo de ciencia ficción y de suspenso, trata sobre una aplicación que dice fecha y hora de deceso, lo que lleva a un enorme problema para la pobre enfermera que ha descargado el programita de marras.
Por momentos, el film se vuelve rutinario. Pero la idea no está mal y permite buenos momentos de puro suspenso. El problema, en todo caso, es pasar de largo respecto de la complejidad que genera la idea de base, lo que lejos de desviar la atención al género, podría haber potenciado su efecto.
De todos modos, en el cine de terror sobrevive la vieja y querida tradición de contar cuentos extraordinarios, aquella por la cual, entre otras cosas, hay películas.