El dúo cómico italiano Ficarra y Picone dirige y protagoniza esta comedia sobre la política a través unas coloridas elecciones a alcalde de un pequeño pueblo siciliano. Pintoresquismo y folclorismo desatado, en un film con excesos de simpatía -música permanente, gente que habla a los gritos todo el tiempo- que más que divertir, termina por aturdir.