En los últimos años aparecieron nuevos directores jóvenes en el cine italiano que se dedicaron a revivir los viejos policiales que se hacían en ese país en la década del ´70.
Especialmente el tipo de historias que eran comunes en el “giallo”, ese subgénero cinematográfico que combinaba con una cuota de erotismo (y a veces con elementos fantásticos) el noir con las historias de terror.
Darío Argento, Lucio Fulci y Sergio Martino fueron algunos de los grandes directores de este estilo que en la actualidad los nuevos cineastas suelen homenajear con sus trabajos.
Dos ejemplos recientes de ello fueron La chica del lago, una buena película policial de Andrea Molaioli, que no llegó a cartelera argentina y La hora del crimen, que tuvo más suerte con la distribución y se estrena esta semana.
El film de Giussepe Capotondi es un thriller psicológico que claramente evoca al giallo italiano con una marcada influencia también del cine de Brian De Palma.
Se trata de una historia que comienza con una narración bastante lenta hasta que sucede un hecho violento que dispara el conflicto y a partir de ese momento la trama se vuelve interesante.
Es una de esas películas en las que tenés que estar bastante atento a lo que sucede en la pantalla, ya que cada escena es una pieza importante de ese rompecabezas que representa el conflicto.
Me pareció interesante que la película te desconcierte con los géneros que combina durante el desarrollo de la historia. ¿Es un policial negro? ¿Una historia de fantasmas? ¿Una romántica?
De alguna manera eso es lo que hace diferente a esta propuesta que te mantiene enganchado con los constantes giros que tiene la trama.
Tal vez la película decae un poco cuando el director se mete en el terreno del melodrama que desentona un poco con el resto del film, pero esto tampoco llega a arruinar la historia.
Sumado a un gran trabajo de los protagonistas, Kseniya Rappoport y Fillipo Timi, la verdad que La hora del crimen es un decente film de misterio que está para tener en cuesta si se busca una propuesta de este estilo.