La traducción de títulos es por lo general motivo de polémica, especialmente cuando hay un sentido que se pierde. La Doppia Ora significa en verdad "la hora doble", término doblemente preciso para el film debut del italiano Giuseppe Capotondi, tanto por las referencias directas que se hacen al tema como por los hechos que se repiten en la historia. El crimen que adelanta la distribuidora en Argentina es el disparador de un thriller psicológico de buen desarrollo que acaba por conformarse a la hora del cierre.
En su primera parte el film se construye con escenas fuertes que preparan a Sonia, un buen trabajo de Ksenia Rappoport, para lo que vivirá a continuación. El suicidio de una joven a la que le limpia la habitación, el contacto con un sospechoso huésped y un fugaz encuentro con la Policía, conducen a un personaje ya dañado a ser víctima de un crimen y luego vivir con las consecuencias. Con pericia se narra un buen relato de suspenso que juega entre dos realidades, una exterior, con los conflictos en el hotel y los interrogatorios de la policía para saber qué tanto estuvo involucrada, y en un plano interior, sin saber qué es producto de su imaginación y qué no.
Si bien La Doppia Ora cautiva al espectador y su desarrollo genera intriga, es cultora de una suerte de "falso suspenso". El conflicto mantiene el interés y a medida que los eventos se desenvuelven estos profundizan un misterio que, no obstante, acarrea con él una resolución esperada. Cada fragmento del rompecabezas ayuda a la buena confusión que el planteo genera, pero por otro lado acerca también a la idea de que hay un giro "inesperado" a pocos minutos de distancia. Y si bien la vuelta de tuerca permite que la película cierre, aunque se la pueda encontrar en la página 1 del manual de la intriga, la sorpresa pierde su efecto a raíz de la anticipación, dejando así la sensación de que el desenlace no estuvo a la altura de su desarrollo.