Al conmemorar la tragedia de la escuela pronto descubren que algunas cosas es mejor dejarlas en el pasado.
El título original de esta película es "The gallows", distribuida por Warner Bros, escrita y dirigida por Travis Cluff y Chris Lofing, y cuenta con el apoyo de Jason Blum, productor de "Actividad paranormal" y "La noche del demonio". El elenco es poco conocido: Pfeifer Brown, Ryan Shoos, Reese Mishler, Cassidy Gifford, entre otros.
Todo comienza mostrando una cinta que fue encontrada por la policía donde se encuentra filmada una tragedia de octubre 1993 y que es lo único que quedo como evidencia. Veinte años después en el mismo colegio preparan la misma obra y para ello se reúnen un grupo de jóvenes en esa pequeña ciudad. Durante los ensayos uno de los jóvenes que es bastante desagradable y pesado Ryan Shoos (Ryan Shoos) se pasa haciendo malos chistes, se burla y esta con su mejor amiga.
Dentro de la obra Reese Mishler (Reese Houser) demuestra que no es muy buen actor y tiene que conquistar a Pfeifer Brown (Pfeifer Ross) pero toda cambia cuando Ryan descubre una puerta especial rota en el auditorio de la escuela, él invita a su novia Cassidy (Cassidy Spilker), Pfeifer, Reese y todos comienzan un juego muy especial con varias situaciones extrañas, gritos, llantos, momentos dolorosos, la aparición del fantasma Charlie y escenas que resulta mejor no adelantar demasiado.
Filmada como un falso documental, al estilo de "El Proyecto de la Bruja de Blair “y "Rec" entre otras. Con momentos vertiginosos, con este estilo todo el momento cámara en mano en ciertos instantes termina mareando, contiene una serie de recursos gastados, guiños de otras similares, un flojo guión y algún pequeño sobresalto. Un pobre presupuesto de unos diez millones de dólares, actores poco conocidos que vienen más de las series de televisión, un casting pobre y apoyada por un buen marketing. Un film cien por ciento pochoclero que puede llamar la atención a las nuevas generaciones.