La huella de Tara explora la atmósfera de Khechuperi, una pequeña comunidad situada a orillas de un lago sagrado, a los pies de los Himalayas, al oeste de Sikkim, India. La película muestra la vida de cuatro hermanos, retratando la tradición ancestral del pueblo Bhutia y las tensiones provocadas por transformaciones de la globalización.
Una mirada objetiva, sin opinión, ni subrayados, la clase de documental moderno que lamentablemente muy poco trabajan los documentalistas argentinos. Con imágenes muy bellas, pero no forzadas, siempre mostrando un mundo que se manifiesta frente a los ojos del espectador sin otra herramienta más que la atenta mirada de una cámara de cine.