No importa si se trata de películas románticas, dramáticas, de acción o de suspenso. La mayoría de las veces, queremos ver producciones elaboradas y complejas de nuestros géneros preferidos. Por otro lado, hay días en los que estamos tan cansados que preferimos un largometraje simple, que no nos haga elucubrar demasiado. Esto se hizo moneda corriente entre los nuevos directores de terror, lastimosamente obligados a apuntar al público que prefería ver una película que asuste poco para entretener una pijamada más que otra cosa.
En ese contexto penoso se encontraba el género allá por el 2010, cuando Jaume Collet-Serra apareció con una idea que atrajo tanto al consumidor de terror casual como al habitual. Una huerfana llamada Esther, mucho menos desamparada de lo que parecía en un principio, llegaba a las pantallas grandes para convertirse en la mediadora del cine pochoclero y el cine culto.
Trece años más tarde, Esther vuelve en un intento de contar su historia de origen. Como varios esperabamos, esta precuela intenta subsanar todos los agujeros de guion que descuajeringaban a la casi perfecta primera película. Dichos problemas se esclarecen, pero con muy poco disimulo. De repente, absolutamente todo encaja. Esther puede con todo, escapa de todo, se salva de todo, y nadie parece lograr hacerle frente. Ese personaje misterioso, lleno de contradicciones y debilidades que brilló en la primera película, se convirtió en un peligro imparable. Pensarán que no se le puede pedir mucho a una película de terror pochoclera pero, como mencionamos, ‘Orphan’ tenía su grado interesante de complejidad.
‘Orphan: First Kill’ se arriesga a tomar todas estas decisiones a conciencia, para darle total protagonismo a su as bajo la manga. Esta vez, la película no se focalizará tanto en la egocéntrica Esther, sino en la familia que la acompaña. Nadie se espera la vuelta de tuerca que la cinta tiene para ofrecer. Tanto así, que la sorpresa de la historia dejará descolocado a más de uno. Es ahí donde la película se convierte en una comedia, una sátira, una de humor negro y hasta de acción. El problema es que pierde su intención primaria: ser una película de terror.
Entonces, si son de esos que en el 2010 eligieron ver ‘Orphan’ como plan para asustarse un poco en su juntada con amigos, ‘Orphan: First Kill’ es hasta mejor opción que su predecesora. La película decide abadonar la oscuridad con la que se había teñido a la personalidad de Esther en un primer momento, y la convierte en el personaje secundario de una historia que toca todos los géneros cinematográficos modernos, menos el terror.