Un universo donde no necesitábamos volver o al que volvimos demasiado tarde, eso es lo que pensé al enterarme de esta película y que mantengo después de haberla visto. La huérfana se estrenó en 2009 y en ese momento la premisa resultó un poco interesante más allá de que si el film cumplió como tal. Pero su real funcionamiento fue por la labor y caracterización de Isabelle Fuhrman como Esther.
Lo cual en esta oportunidad es lo único que mantiene apenas a la película. William Brent Bell viene dirigiendo terror desde 2006 y sus obras más conocidas son las de la saga El niño (2016 y 2020, respectivamente).
Y ha demostrado ser un realizador efectista, pero sin mucho vuelo. Cumple y nada más. Y eso es tal cual lo que sucede aquí, la cinta cumple, pero sobre una premisa que no valía continuar.
La historia es previsible e intenta ser rebuscada, cosa que no logra. Realmente no puedo decir nada más sobre este estreno.