La huérfana: el origen (Orphan: First Kill, 2022) es una precuela de La huérfana (Orphan, 2009). El film original lo dirigió Jaume Collet-Serra y este precuela William Brent Bell. Por supuesto que es una precuela y una secuela a la vez, por haber sido realizada después de la original. Pero en la línea cronológica está antes esta historia. Pero lo realmente interesante de esta película es la alegría con la que se lanza hacia el delirio desde el vamos. Isabelle Fuhrman es la única actriz que trabaja en ambas películas y, como todos saben, es la huérfana del título. Si no han visto la película pueden dejar de leer acá, pero si ya la han visto o si jamás desean hacerlo, pueden seguir.
Isabelle Fuhrman es, en la película del 2009, una mujer de treinta y tres años que, debido a una condición muy particular, tiene el aspecto de una niña de nueve años. En realidad tiene que ocultar parte de su condición de tal, lo que trajo a los guionistas originales muchos problemas y fallas de guión que se resuelven, aunque sea en parte, en esta precuela. Pero con la misma seguridad con la que resuelven esos puntos, se meten en mil delirios nuevos en una película que se jacta de su falta de credibilidad. Empezando porque su protagonista, que al filmar la película original tenía diez años y en la precuela veintitrés (se filmó en el 2020). El truco de la original era que finalmente era adulta, acá ya es adulta y nos quieren convencer de que es una niña. Hay efectos digitales para hacerla niña y muchos otros trucos y dobles, pero ninguno funciona ni por un instante. Es como si Macaulay Culkin hubiera filmado una precuela de Mi pobre angelito trece años después. La idea de ocultar la edad funcionaba en la película original pero no tiene sentido en esta.
Aún así, o tal vez justamente por eso, la historia asume su locura, continúa el humor negro de la original y sorprende con algunas vueltas de tuerca. Todo es extremo y sin lógica, pero su locura es tan grande que se vuelve más atractiva que el promedio de las películas del género. La locura del personaje se vuelve la locura de todo el relato y hay que entregarse al show. Juega al borde y sale ganando.