Una tonta película adolescente, ese es el mejor calificativo. Aunque, claro está, “La saga crepúsculo” también lo fue, y el resultado fue muy bueno (económicamente hablando).
Parece que Stephenie Meyer no quiso cortar su racha y optó por vender los derechos de otra novela para adaptarla a la pantalla grande. En este caso: "The Host". Otra historia adolescente que lo único que aporta es: nada, definitivamente nada. Algo que agradezco es haber comenzado a mirar esta película sin ningún tipo de expectativas, de esta forma no pudo decepcionarme (del todo).
En este caso, en vez de hablar de vampiros y hombres lobos, se trata de una invasión extraterrestre que ha aducido el 99% de la población humana e infiltrado a través de “almas”. De esta forma, los seres humanos pasan a formar parte de esta nueva raza extraterrestre. Sin embargo, y como todo buen ser humano, existe un grupo de rebeldes que lucha para mantener viva la especie humana.
Eso es todo, una chica que es aducida y lucha (internamente) para que no descubran donde se encuentra el grupo de rebeldes entre los cuales se encuentra su hermano y el amor de su vida. La verdad que al ver que duraba poco más de dos horas esperaba más.
Cuando la mala, no tan mala, Diane Krueger decide buscar a la fugitiva (Saoirse Ronan) en el desierto, apela a una vulgar cuadrilla de rastreadores que se comunican con celulares. ¿Y la tecnología? ¿Y los GPS?
Una película que abunda en romanticismo y conflictos adolescentes más que en una buena trama de ciencia ficción. Una lástima sabiendo que el guionista y director es Andrew Niccol, aquel que dirigió “Gattaca” en 1997 y fue el guionista de la increíble “The Truman Show” (1998).