Después de “Abrir puertas y ventanas”, Mumenthaler vuelve a apostar a la intimidad y la belleza para contar la crisis de una mujer joven. A punto de ser madre soltera, de publicar un libro, de encontrarse con la posibilidad de saber qué sucedió con su padre desaparecido y de hacer las paces con su madre, aparecen los recuerdos, la infancia, el cine querido y la reconstrucción consciente de una persona. Gran película, de las que no hay que dejar pasar.