Panadero obsesionado con heroínas literarias.
Martin Joubert (Fabrice Lucchini) dejó París hace unos años junto con su familia para instalarse en un pintoresco pueblito de Normandía, y hacerse cargo de la panadería que heredó de sus padres.
Sus aspiraciones e ideologías quedaron en París, y ahora desencantado de la vida pasa sus horas entre la panadería y los libros. Hasta que el joven matrimonio Bovery, recién llegado de Londres, se instala en una casa cercana y Martin queda fascinado con la belleza de su nueva vecina llamada Gemma (Gemma Artenton).
El encanto de su vecina y su literario apellido hacen que Martin se obsesione con ella, la siga, la espíe, y con su voz en off narranado la historia construya elucubraciones y teorías sobre lo que sucede en la mente de la joven, quien pronto se aburre de la vida campesina y no tarda en conseguir un par de amantes, lo que aumenta aun más el morbo y la obsesión del panadero.
Basada en la novela gráfica de Posy Simmonds y dirigida por Anne Fontaine, bastante más contenida y accesible que en sus mejores filmes, tal el caso de "Nathalie X", "Cómo Maté a mi Padre" o incluso la reciente "Madres Perfectas". El filme está lleno de sensualidad e interesantes guiños literarios, bastante ironía y sobre todo en el final algún toque de comedia negra, pero siempre sin salirse del molde; esa explosión que el espectador espera nunca sucede y se pierde entre personajes secundarios poco interesantes, y reflexiones sobre la actual burguesía que tampoco aportan demasiado.
Con buenas actuaciones, bien dirigida y con una hermosa fotografía, la película se queda en el camino y termina convirtiéndose en una interesante comedia con graciosas referencias literarias.