La prolífica realizadora Anne Fontaine vuelve al cine luego de incursionar en el biopic de Coco Chanel con “La ilusión de estar contigo” (Francia e Inglaterra, 2014), una película que toma elementos de la literatura para configurar un relato atractivo narrativamente por muchos puntos.
Cuando Martin (Fabrice Luchini) conoce a su recién llegada vecina (Gemma Arterton), una inglesa casada y con una inocencia, aparente, que lo sorprende, toda la quietud de su estable y aburrida vida se trastoca.
“En un segundo, con ese pequeño gesto, se terminaron 10 años de tranquilidad sexual” dice en off, en un juego entre el espectador y el narrador, que se impone desde el primer momento en el que arranca el filme.
Además, y a partir de ese contacto irreversible, irrefrenable, pulsional, Martin verá cómo la coincidencia entre la joven Gemma (Arterton) y la obra Madame Bovary, a la que alude el título original del filme, esa historia de amor y locura pensada por Gustave Flaubert, lo obsesionará con su vecina hasta puntos insospechados.
La mirada a cámara presente a lo largo del relato, quebrando la cuarta pared y sumando la dosis efectiva y necesaria para poder sobrellevar un guión ambicioso que reflexiona sobre el inesperado resurgimiento del deseo en un hombre gris y aburrido.
Martin se inventará, para sobrellevar esa pasión, la tarea de perseguir a Gemma para poder conocer qué es lo que ella realiza en los horarios en los que su marido no se encuentra en la casa, desatendiendo a su familia y a su negocio, una pintoresca panadería artesanal heredada y a la que muy poca fe le pone diariamente.
Fontaine mixa el relato clásico del recién llegado que conmociona a otro y suma la atractiva idea de relacionar la vida de su vecina con el destino de Madame Bovary, un destino trágico que él cree que se repetirá sin poder evitarlo.
Adicionalmente, una serie de eventos que se suman, como la aparición de un misterioso joven millonario que seducirá a Gemma (Niels Schneider) y con la que compartirá momenos que Martin cree que le pertenecen a él, será otro de los giros de una historia simple que suma potencia por la sencillez de las imágenes con las que Fontaine plasma todo.
La actuación de Luchini, verborrágica, exagerada, dramática, también es uno de los puntos sobresalientes de “La ilusión de estar contigo”, como así también el recorrido de la campiña francesa, con sus bellos paisajes y costumbres que la alejan de los estereotipos y que la posicionan como una agradable sorpresa en la cartelera.