La imaginación al poder
Si pensamos que la última película en estrenarse en cines de Ben Stiller director fue Una Guerra de Película (Tropic Thunder, 2008), entenderemos el humor corrosivo del actor de Loco por Mary (About Mary, 1998). La increíble vida de Walter Mitty (The secrets life of Walter Mitty, 2013) mantiene ese estilo tan particular al parodiar a todas las películas esperanzadoras sin dejar de ser una de ellas.
Walter Mitty (Ben Stiller) es un personaje gris. Así se denomina al intentar completar su perfil en una red social. Su única intención es relacionarse con su compañera de trabajo (Kristen Wiig). Ella ansía un aventurero, un hombre dispuesto a correr riesgos, y la vida de Walter Mitty no deja de ser ordinaria revelando negativos para la revista Life. Walter sin embargo tiene un gran poder de imaginación que lo extrae por lapsos del mundo real y lo transporta a fantasías publicitarias protagonizadas por él. Pero su vida rutinaria sufre un cambio externo: la revista cambia de directorio y se transforma al formato digital, despidiendo a varios empleados de antaño. Antes de hacerlo pretende sacar un último número con una foto de portada que Walter perdió. En la búsqueda del fotógrafo responsable del negativo (Sean Penn), Walter Mitty emprenderá su viaje transformador.
Ben Stiller director aplica su imaginación al modo de Walter Mitty para darle al espectador una sonrisa tranquilizadora frente a los cambios sociales. Pero para hacerlo recurre a varias escenas cursis de films similares: Forrest Gump (1994) o El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, 2008) aportan los momentos más graciosos de la película. Con el guiño cinematográfico constante, el director vuelve a un relato consciente de la fantasía, es decir, subraya la necesidad de la existencia de la fantasía para sobrellevar la rutina diaria.
A su vez, la película (remake de un film de 1947) no deja de ser fiel a los relatos promotores de esperanza, apelando a disfrutar momentos, animarse a correr riesgos, y demás. El trabajo de fotografía es fundamental, no sólo por exponer majestuosos escenarios naturales sino para contrastar los colores que adquieren las fantasías y aventuras del personaje con los grises de su rutina diaria.
Stiller le pone rostro a este personaje soñador pero siempre bajo la figura del perdedor que sabe interpretar. Pero en los films que dirige parece ir aún más lejos: su personaje sufre por no poder cumplir con los mandatos sociales, de ahí la fantasía publicitaria que sueña protagonizar. Stiller director recurre a imaginarios preestablecidos por la sociedad americana para parodiarlos: la idea de Groenlandia es un ejemplo y utilización de la música pop, la destreza para dominar el skate o el tiburón siempre presente en el mar, otros.
La increíble vida de Walter Mitty, sin ser una genialidad, recupera la gracia de las historias esperanzadoras dándole una vuelta de tuerca desde la comedia a los clásicos relatos mencionados cargados de inverosimilitud.