La Increíble Vida de Walter Mitty, es el nuevo trabajo de Ben Stiller protagonizada y dirigida por él mismo. La historia está basada en un cuento corto de James Thurber, que a su vez tuvo su versión cinematográfica allá por el año 1947, pero claramente aquí el tono es muy distinto al de aquella versión. Y sorprendentemente también se aleja del humor absurdo al que nos tiene acostumbrados. Después de hacer Una Guerra de Película (Tropic Thunder, 2008), Stiller se decide por readaptar este particular relato, que navega entre la comedia, el drama y la fantasía, logrando un tono algo particular, aunque muy liviano.
La Increíble Vida de Walter Mitty es un film de fácil digestión debido a que es un trabajo simple, con un mensaje positivo, un desarrollo poco complicado y una visión un tanto infantil, en especial cómo el protagonista aprende lecciones sobre la vida o cómo su mente imagina diferentes situaciones, etc. Lo que no se puede negar es que el humor de la película funciona, la narrativa no aburre y por momentos es visualmente impactante para el espectador. Quizás con un poco más de profundización en el conflicto del personaje de Walter se podría haber logrado un film un poco más maduro. Las dificultades que atraviesa el protagonista son de rápida solución y los impedimentos que tiene desde su juventud son revisados de manera rápida y superficial. El film resulta agradable pero probablemente no sea muy memorable, debido a este tratamiento que el guión ha impuesto sobre la historia que se cuenta.
Al fin y al cabo, La Increible Vida de Walter Mitty es graciosa y muy buena en lo visual, pero la historia que se cuenta es un tanto genérica, aunque amena.