Del director Eitan Tzur nos llega el film franco-israelí La Infiel, un drama intimo a primera vista, pero que enmascara un thriller psicológico con altas dosis de comedia negra que por momentos recuerda al cine de los hermanos Coen.
Amor, culpa y algo más
Ilan Ben Natan es un exitoso profesor de astrofísica de 58 años que enseña en la universidad de Universidad de Haifa y ocasionalmente aparece por televisión. Está casado con Naomi, una bella mujer varios años más joven que él. A pesar de su devoción hacia ella, Naomi lo engaña y al descubrir esta relación extramatrimonial de su esposa, comienza a maltratarla psicológicamente. Pero cuando finalmente decide confrontar al amante, en un actor de locura terminar por asesinarlo. Así, mientras intenta cubrir sus pasos, Ilan tendrá que lidiar también con las consecuencias de sus actos.
Mucho más que un simple drama
Una vez terminada la función me tomo un poco de tiempo procesar lo que acababa de ver. Esto no se debe La Infiel sea una película imprescindible en la vida de cualquier cinéfilo, pero si es un film digno de ser apreciado por lo que es.
Podemos ver a La Infiel como una película chiquita, íntima. Un drama que, como muchos otros, reflexiona sobre el amor y la culpa. Esta lectura no sería errada y quienes vayan en busca de una película mal llamada de “cine arte”, no saldrán defraudados.
Pero en mi opinión el gran acierto de La Infiel, y por consiguiente de su director Eitan Tzur, está en lo que corre más por debajo, oculto entre los tiempos muertos, los planos fijos y el poder de las miradas. Allí escondido hay un guión y personajes que haría que los hermanos Coen se babeen sobre el material original y que recuerda a films como Simplemente Sangre, uno de sus primeros trabajos.
Quizás la película no posea una gran riqueza visual. Está filmada en digital y tiene un “look” un tanto casero. Pero el guión escrito por Eitan Tzur (basado en su propia novela) hace un gran trabajo trasladando una historia trillada a la pantalla. La primera media hora del film nos recuerda mucho (quizás hasta demasiado) a Infidelidad, aquella película con Richard Gere y Diane Lane que a su vez era una remake del opus francés La Mujer Infiel del gran Claude Chabrol. Pero luego de que el marido engañado mata al amante de su esposa La Infiel toma un giro algo inesperado. Si bien la trama nos termina llevando por el lugar que imaginamos, es el accionar de sus personajes lo que impone nuevos matices a la historia. Aun con sus tiempos y su sensibilidad bien diferenciada del cine hollywoodense, La Infiel se torna en un thriller psicológico con altas dosis de comedia negra que se apoya fuertemente en personajes bien escritos, grandes actuaciones y en escenas dirigidas con oficio.
Conclusión
La Infiel es una historia filmada hasta el hartazgo. Pero aquí funciona gracias a un guión inteligente que siempre logra escaparle a obvio, de la mano personajes brillantemente retratados y sobre todo con escenas y situaciones macabras que nos sacan una sonrisa culposa cuando menos lo esperamos. Una mezcla casi perfecta entre cine arte y cine de género.