¿Realmente nos debería sorprender que un niño pequeño, curioso, inquieto, ingenioso y escurridizo como Martin Scorsese, nos cuente una historia sobre un niño pequeño, inquieto, curioso, escurridizo e ingenioso? ¿Debería sorprendernos que, a su vez, la historia relate de qué forma ese sencillo e imaginativo niño descubre el cine y todo su artilugio por primera vez en su vida? ¿Y que, por último, paralelamente, se nos acerque con majestuosidad a presenciar el nacimiento del séptimo arte?...