Onda corta, film demasiado largo
Hay un elemento original en esta película de terror clase B: una especie de aparato de radio de onda corta para comunicarse con el Más Allá, y obviamente realizar la invocación a la que se refiere el título local. Lamentablemente, la radio en cuestión aparece primero en un prólogo insertado a la fuerza, como para darle coherencia al argumento, y luego recién una media hora después. Mientras tanto, la pelicula funciona como una variante más, y no especialmente intensa, de la típica historia de casa embrujada que últimamente ha tenido mejores ejemplos que éste.
La situación es la mudanza de una familia a un caserón perdido en medio de la nada y con aspecto no demasiado amistoso, además de un pasado oscuro (evidentemente, sin gente decidida a mudarse a sitios como este no existirían estas películas). En todo caso, una vez mudados, además de ir encontrando de a poco muy de a poco, por desgracia- distintos detalles de ese pasado del lugar, el adolescente de la familia se encuentra en una caminata por el bosque con una chica misteriosa, tanto que podría ser una aparición.
Esta pareja formada por Harrison Gilbertson y Liana Liberato son los que más adelante empiezan a invocar espirítus ultraterrenales con esa extraña radio, y la acción sobrenatural gira en torno a ellos dos, aunque la presencia más siniestra en el elenco es la de la pediatra que vivía antes en la casa, que interpreta Jacki Weaver.
"La invocación" no deja de tener dos o tres buenos momentos y algún detalle original, como el ya mencionado, pero se queda muy corta en sustos y da la sensación de que sobran varias escenas donde ocurre poco, insertadas quizá para estirar la duración, detalle que no es el único que hace notar el bajo presupuesto utilizado sin demasiado ingenio.