En una noche terrible de 1921 un gran buque, el Santa Isabel, se hundió fente a la isla gallega de Salvora. El episodio fue recordado como el “Titanic gallego”, y esta original película lo registra tomándolo desde el punto de vista de los habitantes de la isla, donde entre otros sucesos extraordinarios tres mujeres analfabetas salvaron a 48 pasajeros de un naufragio en el que murieron más de 200 personas.
“La isla de las mentiras” impresiona desde sus primeras escenas de la noche anterior al desastre, cuando prácticamente todos los hombres de la isla embarcan en sus botes a remo para vender sus mercancías en el continente. El buen uso de las locaciones, una constante de este film, se aprecia ya en estas imágenes. Luego el espectador será testigo de un crimen y del naufragio –aunque aquí falla el presupuesto, ya que hay sólo un par de tomas del Santa Isabel.- y de los pormenores del salvataje. Pero este film en realidad es un thriller donde un periodista argentino del diario Crítica (Dario Grandinetti) pernocta en la isla para investigar cosas que no le cierran sobre la tragedia. La pesquisa es el nudo de esta historia interesante, muy bien filmada y actuada, con imágenes y paisajes marítimos tan dramáticos como los hechos que se narran