El nombre del juego
Bobby Fischer fue el mejor ajedrecista de todos los tiempos, pero también dueño de una vida llena de gloria y decadencia. Ideal para una biopic más que digna como esta.
Pocas figuras más “cinematográficas” (es decir, con tantos matices, atractivos, apogeos y derrumbes) que Bobby Fischer, el mejor ajedrecista de todos los tiempos. Sobre él se escribieron libros, se hicieron documentales (hay uno bastante reciente de Liz Garbus) y ahora se estrena La jugada maestra, con una muy correcta dirección (clásica, sin ostentaciones) del realizador de El último samurái y Diamante de sangre.
De niño prodigio (autodidacto) a campeón precoz, de genio irascible a loco incontenible, de figura mediática a profeta con discurso incómodo, de pibe humilde de barrio a misántropo con un ego enorme y exigencias desmedidas, de héroe de Occidente en plena Guerra Fría a enemigo público número uno del pueblo estadounidense... la vida de Fischer merecía una biopic con un actor de la ductilidad de Tobey Maguire, quien logra hacer poco menos que fascinante a un personaje que en primera instancia es bastante poco empático y agradable.
Si bien el pico dramático del film es el mítico enfrentamiento de 1972 en Reykjavik, Islandia, entre el propio Fischer y Boris Spassky (Liev Schreiber), el gran maestro soviético, en un período muy especial de la historia del mundo (Vietnam, Watergate, tenso enfrentamiento entre las superpotencias), La jugada maestra intenta abarcar -no siempre con los mismos resultados- las distintas etapas de su vida, ya que hay de flashbacks que describen su niñez pobre en la Brooklyn de los años '50 hasta un intento por exponer los diferentes contextos sociopolíticos que acompañaron las distintas etapas de su vida (murió en pleno estado paranoico y psicótico en 2008).
Puede que en la era de Netflix y con tantas series dando cátedra de puesta en escena, una película como la de Zwick resulte algo convencional (yo a esta altura reivindico cierto clasicismo), pero por las dudas ahí está la minuciosa, impecable actuación del ex Hombre Araña para elevar siempre la apuesta y el nivel. Jaque Mate.