El ajedrez, lamentablemente, ya no despierta las pasiones de antes. No se repiten batallas épicas en el tablero, como la de Gary Kasparov contra la máquina Deep Blue -de la que se cumplieron 20 años en los últimos días-, las del mencionado Gran Maestro y Karpov o las de Bobby Fischer contra toda Rusia. La de este último es una historia apasionante y, como tal, se refleja en Pawn Sacrifice. Una biopic clásica, enfocada principalmente en sus años de ascenso y gloria hasta 1972, tiene el curioso mérito de consagrar y defenestrar a su protagonista por partes iguales, concentrándose en forma primaria en los muchos demonios internos que lo acechaban.