Mia y Sebastian buscan cumplir sus sueños en Hollywood, ella intenta hace tiempo empezar una carrera como actriz, mientras él busca por todos los medios que el jazz no muera y tener su propio club. El destino se encarga de unirlos y juntos empezarán una relación que los hará crecer como personas, y empujarse el uno al otro, hasta que deban elegir si seguir con su amor o perseguir sus sueños.
Finalmente nos llega a los cines argentinos La La Land, después de haberla visto ganar cuanto premio tuvo adelante en los Globos de Oro y con unas críticas a nivel mundial que le hacían subir el hype a cualquiera. Así que la gran pregunta que seguro tendrán ustedes como lectores, es si todo lo que se dice sobre ella es cierto o no. Y al menos para este humilde redactor, es un rotundo sí.
Lo primero que hay que decir es que el director y guionista Damien Chazelle es un apasionado de la música, y en especial del jazz, y lo demuestra casi en cada fotograma de La La Land. Tanto por diálogo como por banda sonora, Chazelle maneja la música diegetica y extradiegetica a la perfección, jugando con la percepción del espectador casi a placer.
Bastante se comentó sobre las muchas referencias y homenajes que contiene La la Land a los musicales de antaño, y si, los tiene y en cantidad. Pero otro de los aciertos de Chazelle es que no hace falta entenderlos todos para que la película termine siendo tan redonda. Se puede ser totalmente ajeno a este sub género y aun así entender todo y que la película termine gustando. En este sentido el espectador más experto como el más novato saldrá igual de contento del cine.
Otro de los puntos álgidos del film son las actuaciones. Que Emma Stone y Ryan Gosling tienen una enorme química no se puede discutir, solo basta ver sus anteriores dos trabajos juntos para notarlo. Pero acá también cada uno brilla por separado, mostrando que son dos de los mejores actores que hay actualmente. Pero si bien ambos están notables, lo de Emma Stone esta a otro nivel, llenando la pantalla de carisma, y saliendo mejor parada en el apartado de cantar y bailar que el propio Gosling.
Para los que no son muy amantes de los musicales, les tengo una buena noticia, ya que si bien este film es un musical con todas las letras, no está superpoblado de canciones (de hecho por varios tramos no suena ninguna) ni coreografías de baile. Eso sí, cuando aparecen, Chazelle muestra toda su maestría a la hora de jugar con las luces, haciéndonos soñar despiertos con algunos planos.
La La Land es de lejos el mejor estreno en lo poco que va del año, pero este redactor está seguro que al finalizar el 2017, veremos a La La Land en todas las listas de lo mejor que vimos en el año. Sin traicionar al género, pero acercándolo a ese público que siempre se muestra reacio a los musicales, no podemos hacer otra cosa que no sea rendirnos a los pies de esta enorme película y recomendarla de inmediato. Cine en su estado puro.