“¿Cómo vas a ser un revolucionario si eres tan tradicionalista?”, pregunta el personaje de John Legend a Sebastian, una frase autorreferencial que Damien Chazelle responde con la mera concepción de La La Land. Es, después de todo, un musical original que homenajea a las películas clásicas de la época dorada del género y les inyecta nueva vida al traerlas a una Los Ángeles contemporánea. No es exagerado pensar que pueda revitalizar a este tipo de producciones, algo que se ve apuntalado gracias a sus cifras récord de 7 Globos de Oro ganados y 14 nominaciones para los Premios de la Academia. Pero no hay indicativo más fuerte de eso que en la actualidad haya una veintena de musicales en desarrollo dentro de los estudios, aquellos que hace un lustro no estaban dispuestos a financiar el proyecto del joven realizador por considerarlo un riesgo.