Esta historia agasaja a la música, al cine y al musical. Llena de referencias y homenajes al Hollywood clásico, como: “Un americano en París” (1951), “Cantando bajo la lluvia” (1952), “Rebelde sin causa” (1955), "Mary Poppins"(1964), entre otras, sin ninguna duda le da una caricia a Hollywood. Las interpretaciones de los protagonistas son excelentes, poseen una química que traspasa la pantalla, sus miradas tienen magia, a través de ellas se dicen mucho más que mil palabras y el resto del elenco secundario está correcto. Contiene extraordinarios: planos secuencia, coreografía, música, estética plano por plano, una gran paleta de colores y poesía visual. La fotografía logra tomas que te hacen vibrar, emocionan, con un aporte de calidad y elegancia. Una película ideal para los soñadores, conmueve llegando al corazón de los artistas, a los sentimentales, con un toque agridulce y con una gran banda sonora. Tiene un pequeño guiño que nos recuerda a “Corazonada” o "One from the heart"(1981) de Francis Ford Coppola. Entretenida, aunque no influye su guión es flojo e intenta sostener su ritmo, pero tiene un buen giro en su desenlace final. Dirigida por el talentoso Damien Chazelle (32) repite algunos elementos de su anterior film “Whiplash: Música y obsesión” (2014). La La Land (La Ciudad de las Estrellas), es una firme candidata a los premios Oscar.