PONER EL CUERPO
El protagonista tiene nombre y apellido pero es nadie o en todo caso pretende ser anónimo, como la mayoría silenciosa y silenciada de la Argentina de la última dictadura, en donde confundirse, formar parte de un todo gris y sin identidad es un valor. Francisco entonces se viste como el promedio, tiene una familia como tantas y un trabajo rutinario. Pero el relato da cuenta que no siempre fue así, que en algún momento fue joven, idealista, que escribió poemas incendiarios que llamaban a la revolución.
Esa fino hilo del pasado es el que lo conecta con una vieja compañera de facultad que lo cita con una excusa casi inverosímil, pero que funciona para que Francisco Sanctis se encuentre con ella, tal vez con la esperanza de revivir un amor añejo. Pero no, la mujer le pasa dos nombres, le pide que los memorice y que luego vaya a una dirección, que les advierta que esa misma noche los van a secuestrar.
En medio de una ciudad hostil, húmeda, llena de peligros en cada esquina, asfixiante -notable fotografía a cargo de Federico Lastra-, Francisco piensa, duda, decide, retrocede, intenta delegar el encargo, vuelve sobre sus pasos. La dictadura habita en cada centímetro de las calles oscuras, los datos aprendidos queman.
Basada en la novela homónima de Humberto Constantini, el film de Andrea Testa y Francisco Márquez es un viaje alucinado, con algo de Después de hora de Martin Scorsese pero mucho más lúgubre, un relato tenso anclado en el pasado reciente de la Argentina, en donde Francisco Sanctis representa a una sociedad aterrorizada por las desapariciones, los asesinatos, la barbarie. Los militares, las patotas habilitadas para robar, torturas y matar están en un gigantesco fuera de campo que proyecta el miedo a cada uno los movimiento de ese hombre -gran trabajo de Diego Velázquez-, que quiere hacer lo correcto con dos personas que no conoce pero que están peligro.
Ganadora del último Bafici, seleccionada para la prestigiosa sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2016 y en Horizontes Latinos de San Sebastián –aquí la entrevista a los directores en la muestra vasca-, entre otros festivales, La larga noche de Francisco Sanctis es un thriller preciso, que desde la memoria que construyeron los films que lo precedieron y abordaron la misma temática, trabaja acertadamente sobre las sensaciones, sobre el temor de un hombre que refleja el estado de las cosas de un colectivo atravesado por el terror.
LA LARGA NOCHE DE FRANCISCO SANCTIS
La larga noche de Francisco Sanctis. Argentina, 2016.
Dirección: Andrea Testa y Francisco Márquez. Intérpretes: Diego Velázquez, Laura Paredes, Valeria Lois, Marcelo Subiotto, Rafael Federman. Duración: 76 minutos.