Esta película ganó el último Bafici. Un premio no suele ser prueba de nada, pero en este caso está bien: La larga... hace algo bastante raro para un tema que ha sido trivializado hasta la más rancia propaganda. Hay un ex militante, hoy oficinista gris, a quien una antigua compañera le pide, una noche de 1977, que avise a cierta pareja que va a ser secuestrada por el aparato represor de la dictadura. El protagonista, ese Francisco Sanctis interpretado con convicción por Diego Velázquez, se debate entre el deber moral y el miedo, mientras en esa noche que también es de encuentros, se cuestiona todo. Lo importante es que la noche, la Buenos Aires alucinada e irreal que se revela gracias a la cámara y la propia aventura -un viaje en el miedo- transforman el asunto en universal, en algo más que el retrato de una época. Esa universalidad implica, también, ambigüedad, y en ese punto el film permite una reflexión más amplia y alejada del lugar común.