Una narración que llega a buen puerto con lo justo.
la larga noche de francisco sanctis 2A poco tiempo de anunciarse su inclusión en la sección “Un Certain Regard” del Festival de Cannes, el presente BAFICI nos da la oportunidad de ver La Larga Noche de Francisco Sanctis, un eficiente relato sobre la indiferencia desafiada en uno de los periodos más oscuros de nuestra historia.
¿No podría hacerlo otro?:
Nos encontramos en plena dictadura militar y Francisco Sanctis es un gris oficinista (con un pasado socialista), quien justo en el día que se le niega por enésima vez un ascenso, recibe el llamado de una amiga de la facultad. Al encontrarse con ella le da unos nombres y una dirección, alegando que “los van a pasar a buscar” y se los tiene que avisar. En esta época esa frase da a entrever un funesto resultado, por lo que Francisco pasará la noche en búsqueda de otra persona a quien pasarle esa responsabilidad.
La película es sólida a nivel guion, presentando sendos obstáculos a los que el protagonista enfrenta activamente; todo esto respondiendo a una clara propuesta temática que es la de esperar a que otro resuelva el problema, en oposición a tomar parte en la solución.
Por el costado técnico presenta una rica fotografía en Cinemascope, sumada a una prolija y detallada dirección de arte. En el costado actoral, la película descansa exclusivamente en los hombros de Diego Velázquez (Kryptonita), quien entrega una interpretación solida; una riqueza expresiva por la que el espectador se guía de principio a fin.
Conclusión:
A base de un sólido trabajo de guion, interpretación y propuesta técnica La Larga Noche de Francisco Sanctis es una película prolija y cumplidora con su premisa. No es un título rimbombante, sino que se limita a contar su cuento con la mayor sobriedad y profesionalismo posibles. Lo que no es poco en un panorama tan adolescente en materia narrativa como el nuestro.