Ser digno de ser
Éste filme de origen búlgaro, ganador de varios premios en distintos festivales, marca el debut de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, y viene a suplir una deuda grande en nuestro país, la ultima película búlgara que recuerdo es la genial “Cuerno de Cabra” (1972), del desaparecido Metodi Andonov, considerada la mejor película de la historia del cine de ese país.
“La lección” si bien tiene el mismo origen no es ni quiere ser sucesora de aquella obra maestra, en este caso el peso de la historia recae sobre las espaldas de una profesora de inglés en una escuela pública. El filme hasta parece circular, abre y cierra de la misma manera, pantalla en negro y se escucha que alguien está escribiendo con una tiza en un pizarrón.
Alguien ha estado robando plata de las mochilas de sus alumnos, debe detener el ilícito, pero antes descubrir quién es el ladrón.
Los directores utilizan algunos pequeños detalles para decirnos quien es ésta mujer, maravillosa interpretación de la actriz Margita Gosheva, desde interpelar a sus alumnos, dar una oportunidad en anonimato a devolver el dinero, hacer una colecta entre todos los presentes para que el damnificado recupere parte de lo robado, hasta mostrarla caminando por la calle de su barrio, levantar papeles del piso para arrojarlos al tacho de basura.
Pero su realidad cotidiana es otra, la escuela parecía ser la burbuja, el refugio, hasta que se hace presente el afuera que la alcanza en su domicilio.
Un hijo pequeño, al que su marido desocupado, destruido, perdido, intenta cuidar, deudas por doquier, padre rico, separado primero, viudo después, vuelto a casar, al que no le perdona el engaño y la mentira vivida. Todo casi una rutina. Hasta que la realidad golpea más fuerte a su puerta: sino consigue cierta suma de dinero el banco le quitara la casa.
Deudora del cine de los hermanos Dardenne, desde la utilización de cámara en mano, siempre cerca de su personaje, sentimos su pesar, su respiración, esa parece ser la intención de los guionistas-directores.
Ella hará lo que deba hacer para no perder su techo, ¿Lo que sea necesario?, ante una sociedad que le demuestra lo falaz a cada paso y con cada personaje que se le cruza.
Maldad en toda su expresión, corrupción, educación deteriorada, falsa caridad, abuso de poder, todos mienten, le dice la perinola. Ella debe elucubrar una lección para con sus alumnos al tiempo que la vida le enseña a ella, y de la peor manera.
Lo que termina constituyéndose así como la gran paradoja a la que se enfrenta al finalizar el filme, entre “lo ético y lo justo”.
Plagada de un humor cínico, hasta por momentos negro, en otros rayano en lo ridículo, lo que hace que el personaje circule constantemente por una cuerda floja que no existe y que ella va atando, escena tras escena, acto tras acto. Un humor necesario, sin lo cual se haría intolerante la visión de la obra fílmica.
El titulo original en francés del filme, que da nombre a esta nota sería “Ve, vive y vuelve”, sea este o aquel, la tarea de un docente parece plantearse desde la dignidad, del juzgar a los otros, y de los limites.
(*) Una realización de Radu Mihaileanu, 2005.