La señorita Nadezhda, profesora de inglés, está encaprichada con descubrir al alumno que robó dinero en la clase; elucubra, incluso, estrategias entre lección y lección. Fuera de la escuela, realiza traducciones para una editorial que demora los pagos, y una vuelta a casa descubre a su marido peleando con un agente inmobiliario: por una imprudencia del esposo en el pago de la hipoteca, a Nadezhda le van a rematar la vivienda. Lo que sigue es un tour de force para la actriz Margita Gosheva y un calvario para Nadezhda. ¿Cómo conseguir la plata para evitar el remate? Reconciliarse con el padre acaudalado a costa de perder el orgullo, presionar a la editorial morosa o pedir un préstamo usurero a una garita de mafiosos son las únicas alternativas. La salida no será con la frente en alto, pero en el día a día, como en una vida paralela, la señorita Nadezhda seguirá buscando al ladrón del aula. Como el cine de la vecina Rumania, esta película búlgara plantea temas universales a partir de historias cotidianas, y el nudo conlleva una cuota de suspenso. La habilidad de involucrar al espectador es un raro don, y La lección es un buen ejemplo de eso.