UN DILEMA MORAL
Uno de los problemas de hacer cine en Bulgaria es la falta de apoyo e incentivo que reciben los cineastas de parte del Estado, al que sólo parece interesarle el lado comercial de la industria. A pesar de esa falta, los realizadores búlgaros Kristina Grozeva y Petar Valchanov presentaron el largometraje La Lección. Su ópera prima, estrenada en Toronto, fue premiada en el Talent Project Market de la Berlinale 2013.
El film, según sus directores, es la primera parte de una trilogía acerca de la “rebelión tranquila de una persona pequeña contra el mundo sin alma, cínico y mercantil en el que vivimos”. O sea, la cruel realidad en la que todos nos vemos reflejados tanto aquí como allá.
Esa persona pequeña y tranquila es Nadezhda (Margita Gosheva) una profesora de inglés de mediana edad, casada y con una hija pequeña obsesionada con un robo dentro su clase. Para ella, lograr desenmascarar al culpable será el propósito diario ante sus alumnos, que no parecen perturbados por la severidad de sus estrategias “aleccionadoras”. Sin embargo, un hecho desviará su atención: su marido olvidó pagar la hipoteca de la casa y comprar un repuesto para el auto que no servía. Ante la intimación del banco, ella deberá realizar lo que sea antes de perder lo poco que tienen. El esfuerzo por conseguir el dinero y sacar adelante el futuro de su familia, enfrentará a Nadezcha (esperanza en búlgaro) a vivenciar los abusos de un sistema que cambiará sus valores más preciados.
En La Lección no hay títulos iniciales, ni música. El sonido ambiente y la cámara en mano logran un tono realista que se aleja de cualquier esteticismo. Así de directa y sin preámbulos refleja una cotidianidad en crisis como marco para desarrollar la historia. Las escenas transcurren dentro de un pueblo donde no parece suceder nada fuera de lo común y donde nadie se involucra con el otro. Como si diera lo mismo tomar para una dirección o para otra, y como si los personajes estuvieran solos ante su devenir. Ese impronta existencialista, le da cierto desapego a los personajes, pero no vuelve menos empática la mirada del espectador en relación a la lucha de la protagonista.
Los planos cerrados del rostro inexpresivo de Nadezcha, acumulan una ansiedad latente que va in crescendo. Obtener el dinero para salvar su hogar es lo único que importa. El tiempo corre y esa desesperación la lleva a tener que sortear las trabas que se le presentan y actuar en contra de sus principios por más inverosímiles que parezcan los hechos.
Los realizadores apuestan a un relato cargado de tensión, donde no hay tiempo para la duda. El ritmo se sostiene y el cambio de carácter de la protagonista (muy bien interpretada por Gosheva) da por descontado que los valores, dentro de la sociedad, son principios relativos y efímeros. En La lección, nada es tan seguro ni todo es lo que parece.
LA LECCIÓN
UROK, Bulgaria, 2014.
Directores: Kristina Grozeva y Petar Valchanov.
Guion: Kristina Grozeva y Petar Valchanov. Fotografía: Krum Rodriguez. Intérpretes: Margita Gosheva, Ivan Burnev, Ivanka Bratoeva, Ivan Savov, Deya Todorova, Stefan Denolyubov. Duración: 107 minutos.