El ladrón de billeteras
Esta sorpresa procedente de Bulgaria exhibe desde su propuesta estética minimalista las aristas que atraviesan los dilemas morales en el mundo moderno. Y no por casualidad el escenario donde se echan a correr un abanico de variables y situaciones extremas, que alteran el termómetro de la ética y marcan la temperatura de la fiebre de decadencia, se encuentra circunscripto en la Bulgaria afectada por el comunismo y en transición hacia una reconfiguración social donde quedan heridas en la clase trabajadora y un tendal de trampas y contradicciones de un sistema que no tiene moral.