En general en estos años, he visto mucho cine francés sobre burgueses acomodados y la angustia que genera la falta de empleo en la Europa de estos tiempos. Las comedias románticas de esta geografía no me están atrayendo demasiado, y lo más interesante son los films disruptivos, originales, cuasi marginales, que dan una nota distinta para sorprender al espectador.
"La ley de la selva" intenta ser una de esas propuestas. Realización de Antonin Peretjatko (tercer trabajo ya) que intenta aprovechar el buen momento de Vincent Macaigne (aquí Marc, en el rol de protagonista), quien se perfila como uno de los comediantes más coloridos de este último lustro en el país galo.
Un guión divertido, sencillo pero plagado de gags, es el andamiaje que provee el director a su actor estrella, un libro que no parece un tratado de equilibrio: más bien, todo lo contrario!
Decíamos que Macaigne es Marc, un pasante del Ministerio de Normas y Estándares (??) a quien se le encomienda llevar adelante un ambicioso proyecto para construir una pista de ski en un país... tropical. Delirante al extremo. Pero hay más, antes de irse tiene un problemita con el fisco que le complica la existencia y no le deja más alternativa que lanzarse a la aventura, con nada de preparación (quién podría tenerla en su caso?) y mucha predisposición.
En tierra extranjera, dará con otra pasante de otra área, Tarzan (la simpatica Vimala Pons), con quien comenzará a relacionarse, mientras se suceden una serie de conflictos absurdos y discordantes, a tono con la propuesta general del film. Peretjatko decide jugar a fondo y organiza su relato en pequeños recorridos donde propone situaciones absurdas, algo de conexión amorosa y cierta sátira política, cuando le toca intervenir a la clase dirigente que concibió ese delirante proyecto.
El guión que escribieron el director y Frédéric Ciriez quizás no sea todo lo sólido que uno pretende, pero se percibe que en el afán de innovar y ofrecer una comedia más jugada, crearon un producto que de a ratos luce desbalanceado. Esto sucede porque alternar entre las rom com y la comedia pura, no es tarea sencilla. Más cuando hay una decidida intención de brindar una mirada ácida sobre los proyectos políticos de estos tiempos.
Esta elección, quita un poco de brillo al desarrollo de la comedia. Pero sin dudas, "La ley de la jungla" es una bocanada de aire fresco dentro del universo de la nueva comedia francesa. Desde esa perspectiva, es una película para que la pasen muy bien, especialmente si van predispuestos a sala.