No hay recurso o cliché del subgénero “policial de pueblo chico americano” que Scott Cooper no use en su segundo filme, pero como sucedió con el primero, CRAZY HEART, el hombre se las rebusca muy bien para moverse dentro de esos límites claros y entrega un producto que tiene una gran primera hora y que decae en la segunda, cuando ya los “pasos predeterminados” del modelo ganan la batalla frente a los apuntes más interesantes de la primera mitad.
Como salidos de ciertas canciones de Bruce Springsteen (otro que logra hacer parecer nuevas a historias que ya escuchamos mil veces), aquí hay personajes como el veterano de guerra, el presidiario, el mafioso de turno, el pueblo chico del que todos se van con una fábrica en decadencia, la mujer que varios se disputan, el policía metido y, sobre todo, la relación entre dos hermanos (uno que se quedó en el pueblo trabajando –Christian Bale– y el otro que fue a la guerra en Irak -Casey Affleck) con diferentes modos de vida y a los que los une un gran afecto.
Film Title: Out of the FurnaceLa primera parte, decía, es excelente, ya que se contenta con desarrollar a los personajes y trazar sus relaciones. Una vez que el personaje de Affleck se enreda con una mafia de peleas callejeras a lo FIGHT CLUB, el policial toma las riendas del todo y allí la película flaquea un poco y se vuelve algo más mecánica.
Sin embargo, un elenco de excelentes actores (además de Bale y Affleck están Woody Harrelson, Forest Whitaker, Zoe Saldanha, Sam Shepard y Willem Dafoe) logra que esa melodía, por más mecánica y hasta rutinaria que sea, siga sonando de una manera noble y bastante genuina, como un grupo de extraordinarios profesionales haciendo una muy digna versión de un standard musical de esos que sabemos todos.