Fuera del horno, pero caliente.
Out of Furnace no es una película original, sino apenas otra variante narrativa de la típica historia de venganza. Pero no es el argumento en sí lo que hace de esta propuesta un gran exponente en su género, sino todo lo demás; y al decir todo lo demás, literalmente me refiero a todo lo demás: actuaciones, cinematografía y guion.
Los personajes de Out of Furnace son vívidos, creíbles y logran que el espectador se sumerja en una historia magníficamente guionada, que derrama tristeza, violencia y oscuridad. La ambientación del filme es también impecable y logra capturar la esencia de la problemática social norteamericana con un notable despliegue visual. La fotografía es muy buena, sobre todo en los planos que se han elegido para contar ciertos pasajes cruciales de la historia. La música, por otro lado, está a cargo de Pearl Jam, lo que sin dudas magnifica la experiencia.
Entre todas la virtudes técnicas y narrativas, en la película se destaca su reparto. Hay seis protagonistas de primer nivel, que se reparten el guion y le sacan a sus personajes el máximo jugo posible, pero entre Bale, Affleck y Harrelson, uno verdaderamente no sabe con quién quedarse. Los tres logran, cada uno a su modo, transmitir sus miedos, frustraciones y odios, a través de interpretaciones magistrales.
Out of Furnace no es nada nuevo, pero está muy bien lograda. Siempre da gusto ver una película tan minuciosa en su trámite narrativo y tan bien caracterizada por sus protagonistas. Habrá quienes no encuentren nada espectacular en ella, pero dudo que pueda defraudar a cualquiera que sepa por dónde viene su género y no busque una película pochoclera.