Se dice Heracles
Algunas películas no valen el precio de su entrada. Ésta no vale el precio de la ley. La leyenda de Hercules (The Legend of Hercules) es una apología a la piratería. Si alguna vez alguna de las personas asociadas a este fiasco lamenta en público el declive de audiencias en el cine, acúsenla de hipocresía. Esta película es más pirata que Pirate Bay.
Comenzamos con una batalla que parece la cruza entre el desembarco de Troya (Troy, 2004) y la saturación digital de 300 (2006). El Rey Anfitrión desafía al rey enemigo a un mano-a-mano para evitar más muertes y vence, en lo que resulta ser una de muchas violentas conquistas. Su mujer desaprueba. Desea criar un hijo para destronar al rey de ahí a 20 años. Es menos práctico que apuñalarlo esa misma noche. De hecho trata de apuñalarlo 20 años más tarde, como último recurso. ¿Por qué no lo hizo antes? En fin. Huye a un templo y solicita un hijo a Zeus, lo cual parece extraño. Zeus violaba mujeres por naturaleza, no por favor.
Veinte años más tarde, el rey y la reina y hasta el anciano consejero de la corte se ven exactamente igual, pero el hijo ilegítimo de Zeus y la reina ha crecido para convertirse en Kellan Lutz, el vampiro fornido de Crepúsculo (Twilight, 2008), que hace de Hércules. Lo habrán elegido por asociación a un éxito de taquilla, y por sus pectorales, porque tiene el rango dramático de una percha de madera (y el carisma de una de plástico). Así que dos perchas. No se necesitan muchas luces para interpretar a un héroe de acción, ¿pero cómo excusar la falta de carisma? Tiene un hermanastro de aspecto enfermizo, el pusilánime Íficles. Hay esbozos de Thor y Loki (los de Marvel) en su relación, sólo que no tienen un ápice de química. “Entre los dos no hacen uno” va el dicho.
El rey quiere desposar a Íficles con la novia de Hércules. Los amantes intentan huir, son apresados y Hércules es exiliado. Luego pasamos por el ciclo Gladiador(Gladiator, 2000). Nuestro héroe va a la guerra, pasa por la esclavitud, se convierte en gladiador, prepara una rebelión contra el vil tirano y siempre que llovió paró. Voy a dejar de citar plagios cuando la misma película deje de hacerlo. Suerte con eso. Lo único bueno que tiene la película son las cosas que plagia de otras, algunas de las cuales son mejores sin ser particularmente buenas.
Seguro hay una forma de hacer una película divertida acerca de Hércules, sin importar que los actores sean malos, el montaje apure escena tras escena sin un segundo de alivio para establecer ideas (ni hablemos de explorarlas) y el guión sea un descerebrado monstruo de Frankenstein forjado de partes robadas. El problema fundamental es la figura de Hércules, y cuan poco Hércules se siente. ¿Qué tiene de Hércules? ¿Dónde están los hiperbólicos despliegues de fuerza bruta? ¿El descenso al inframundo? ¿La lucha con la muerte en persona?
Digan lo que quieran de Furia de Titanes (Clash of the Titans, 2010). Allí Perseo mata a Medusa, ¿y qué más quieren de Perseo? En La leyenda de Hercules, el héroe cumple sólo uno de sus famosos 12 Labores. Mata al León de Nemea porque se lo cruza de casualidad camino a casa. No, en serio. Eso es al principio. El resto de la película podría ser Gladiador 2, o 300 2.5, o Narnia 7. Pensándolo bien ese león se parecía a Aslan.