Me parece haber visto una linda lechuza
Soren crece escuchando las historias de su padre, fascinado por el mundo de los Guardianes de Ga´Hoole, una bandada de guerreros que libraron una batalla para salvar a los búhos de los malvados Raza Pura. Ante la mirada completamente descreída de su hermano, sueña con ser uno de esos héroes mientras su hermana menor lo acompaña en sus juegos y aventuras.
Una noche, Soren y su hermano caen en un bosque y son capturados por los villanos y allí comienza la epopeya.
Ga'Hoole presenta por un lado una riqueza visual imponente desde las primeras imágenes: es quizás uno de los films de animación que haya utilizado más equisitamente los avances técnicos y sobre todo exprime al máximo el uso del 3D, dándole a las escenas un nivel de credibilidad impactante.
El plumaje de las aves, los gestos, los distintos fenómenos meteorológicos, los diferentes escenarios en los que se mueven los personajes, son estéticamente perfectos y brindan al relato una fuerza y una contundencia admirable.
Sin embargo, cualquier película de animación que llega subtitulada, presupone una intención de captar al público infantil. Y es allí donde Ga'Hoole más allá de su belleza carece de atractivo.
Una trama intensa y complicada donde se manejan temas como la traición familiar, el poder del bien y del mal, el viaje iniciático y el despegue del hogar, la búsqueda de la identidad, la lucha de poderes la hace emparentarse demasiado peligrosamente con los elementos de la tragedia griega y de algunos clásicos shakespearinanos (que habían dado tema a otros films de animación como "El Rey León") que no se articula fácilmente para el publico menudo a menos que exista un excelente trabajo de guión.
Además de los temas en sí mismos, el director no escatima ni violencia ni crudeza en su forma de abordarlos y es por eso que muchas de las escenas pueden asustar a los más pequeños.
Otros puntos en contra del guión es la falta de humor y de personajes que "alivianen" la dureza de la historia y la complejidad con la que plantea estos temas, los termina resolviendo demasiado precariamente. Los nombres de los personajes y algunas escenas en la oscuridad, tornan algo confusos determinados momentos de la historia.
Las guerreras de raza blanca, manchadas de rojo sangre alusivo, que creen ser una raza superior pura y discriminante, han hecho que muchos críticos hayan visto un rasgo liso y llanamente nazi, inclusive en la manera de mostrar a su ejército y en la forma en que someten a sus capturados.
Obvio que eso se escapará de los ojos de los niños, pero es una buena interpretación cuando se empieza a leer entre líneas de esta impecable puesta visual.
Queda, de todos modos, la enseñanza pura de los Guardianes: fortalecer al débil, curar al herido y derrotar al mal, para disfrutar de un vuelo libre, aún en plena tormenta. Y si para el final, los más pequeños de la familia han soportado estoicamente las violentas batallas, podrán llevarse este último legado donde una vez más el bien termina sobreponiéndose a tanta maldad.