Los guardianes de Ga’Hoole es una serie de novelas literarias de Kathryn Lasky que los estudios Warner han decidido llevar a la gran pantalla de la mano de Zack Znyder, aquel de Watchmen o 300, y de los mismos productores de Happy feet, la historia del pingüino bailarín cuyos rasgos uno puede asociar fácilmente al protagonista de esta historia. Historia bastante más oscura de lo que cualquier niño pueda estar acostumbrado para el género, quedando honestamente recomendada quizá para los mayores de 10 años.
Ga’Hoole tiene tintes épicos donde se enfrentan una vez más las fuerzas del bien y del mal con algunas semejanzas con Films de esta línea como El señor de los anillos- salvando distancias sí, no se me enojen- donde se nos cuenta la historia de un joven búho, Soren, que cada noche escucha fascinado las historias que su padre le relata a él y sus hermanos sobre la leyenda de los guardianes, búhos guerreros que otrora han luchado con valentía en guerras pasadas. Soren sueña con alguna vez convertirse en uno de esos guardianes hasta que finalmente el destino lo pone en el camino
necesario para pelear con ellos contra “los puros”, un grupo de búhos oscuros liderados por un malvado rey que intenta apoderarse de todos los reinos.
Que Znyder es un entendido extraordinario para brindar lujos visuales es innegable, Ga’Hoole derrocha excelentes escenas de luchas con los infaltables movimientos ralentizados, escenas violentas muchas de ellas para un género más bien siempre encarado para el público infantil y con escenarios muy bien logrados al igual que el puntilloso detalle de los rasgos de los personajes. Es un film que se nota pensado para el 3D logrando muy buenas profundidades de campo y una inmersión en la acción por parte del espectador como aquella que lograra Cameron con su Avatar. Pero Ga’Hoole queda en meros artificios visuales dejando en segundo plano un guión por momentos manido y aburrido donde la moraleja es bien conocida haciendo del film algo previsible. Los personajes no llegan a enganchar del todo y la espectacularidad estética no hace más que disfrazar una historia mil veces contada y poco entretenida.La leyenda de los guardianes es una película para ver ciertamente en cine, para disfrutar de un regodeo visual y para ir acompañado de los más grandecitos de la familia.