Llamada equivocada
En tiempos en que los contenidos se viralizan, la historia de un video grabado en VHS que debe ser copiado para terminar con la maldición que provoca la muerte a quienes lo ven, es tan ridícula como la existencia de esta película. Mas allá de las incongruencias, el film hace lo imposible para actualizar este relato a las nuevas generaciones. Su única razón de ser.
La primera película -remake de la exitosa saga japonesa Ringu- data del 2002, y tenía de protagonista a Naomi Watts. Ahora, quince años después, los adolescentes -nacidos en esa época- son los destinatarios de la película. De hecho La llamada 3 (The Ring 3, 2017) centra la historia en una problemática juvenil: ¿qué pasa cuando una pareja enamorada se separa por la ida a la universidad de uno de ellos? La respuesta actual es simple: se comunican por Skype todas las noches. ¿Cómo surge el conflicto entonces? Una noche él (Alex Roe) deja de hacerlo y ella (Matilda Lutz), tras las sospechas del video maldito, viaja a investigar el caso.
Tenemos entonces la acción situada en un campus universitario, un dilema juvenil y una leyenda urbana que se convierte en el terror de los adolescentes. Las nuevas tecnologías desde formatos portátiles hasta redes sociales están por doquier pero el problema sigue siendo el bendito VHS. Hasta la película tiene la necesidad de explicar, mediante diálogos, qué es un VHS.
Todo se torna tirado de los pelos en la trama, aunque sea una nueva manera de seguir facturando con la asiática de los pelos sobre el rostro que sale del aljibe. La maldición de Samara Morgan (Sadako en la versión original) decía que una vez visto el video suena el teléfono y a los siete días te llega la muerte al menos que realices una copia. Para darle una vuelta al asunto hay algo acerca de la historia del video que se descubre y la cinta finalmente se viraliza. Pero no alcanza ni con eso ni con el video multiplicado en las pantallas de un avión o Samara saliendo de un plasma para reformular una premisa ultra trillada. En fin, una película inconsistente desde el argumento que, a su favor, logra algún que otro sobresalto y nada más.
El director es el español F. Javier Gutiérrez responsable de 3 días (2008), una muy buena fábula apocalíptica que en Argentina se editó directo al DVD. Dato que prometía una interesante nueva versión de la saga pero todos los recursos visuales no son suficientes para imprimirle ritmo contemporáneo a una historia con olor a viejo.