Innecesario regreso de una popular saga de terror.
Las remakes de títulos provenientes del J-Horror estuvieron de moda a principios de la década pasada, pero todavía tienen hilo en el carretel. Quince años después de la película original, llega el turno de un nuevo reencuentro con la fantasmagórica Samara en La llamada 3.
Dirigido por el andaluz F. Javier Gutiérrez, el film plantea una estructura similar a su predecesora. Esto es, un video cuyo visionado conlleva una muerte segura una semana después. Salvo, claro, que el damnificado “pase” la maldición compartiendo esas imágenes con un tercero. Las potenciales víctimas son una parejita de flamantes estudiantes universitarios y el profesor que lidera un grupo de investigación.
La llamada 3 tiene el automatismo habitual de los productos pensados pura y exclusivamente para su explotación comercial, a la vez que una narración que recién sobre su media hora encuentra ritmo y coherencia. Algunos sustos, la levísima intriga generada por la presencia siempre inquietante de la pelilarga Samara y una idea bastante banal sobre el concepto de actualización (cambiar VHS por archivos digitales y nada más) es todo lo que tiene para ofrecer esta historia rápidamente olvidable.