Se podría decir que existen dos tradiciones en el cine de ciencia ficción moderno. La primera sería un cine de ciencia ficción más pochoclero, que toma la mayoría de sus pautas de aquel tótem aún vigente, la saga de Star Wars. La segunda es una especia de ciencia ficción mucho más sofisticada, no necesariamente mejor, sino que apunta a algo más que explosiones en el espacio. Esta segunda clase vendrían a ser los herederos de la revolucionaria 2001: A Space Odyssey, de Stanley Kubrick; filmes que mezclan rigor científico con una curiosidad sobre nuestro lugar en el cosmos que la mayoría de las películas (no sólo de ciencia ficción) no se animan a tocar ni con un palo.
En la última década, y tal vez como reacción a los cada vez más rimbombantes ofrecimientos de Hollywood, esta "ciencia ficción sofisticada" ha vuelto a pisar con fuerza. No sólo en la taquilla, sino también en las ceremonias de premios: ya no es raro que un filme sobre aliens sea nominado a Mejor Película. A esta tendencia, que se podría decir comenzó con Avatar y ha continuado con obras como Gravity e Interstellar, ahora se le une Arrival (traducida para la región como La Llegada), dirigida por Denis Villeneuve (de Sicario y Enemy, algo así como "el David Fincher canadiense") y protagonizada por Amy Adams, Jeremy Renner y Forest Whitaker.
Y guacho, no se queda corta. La Llegada trata sobre la (bah) llegada a la Tierra de doce naves extraterrestres que se posicionan sobre distintos rincones del planeta. Mientras que el resto del mundo pierde la cabeza, la Dra. Louise Banks (brillantemente interpretada por Adams), una experta en lenguajes, tiene la nada envidiable misión de descifrar el idioma de los visitantes (¿invasores?) antes de que sea demasiado tarde.
Lo que más me gustó de este filme es lo realista que es su representación de lo que sería un primer contacto. A pesar de lo que los políticos nos quieran hacer creer, la humanidad no respondería con paz y unidad ante una visita interplanetaria: nos cagaríamos encima, y nos destruiríamos entre nosotros antes de llegar a averiguar qué son esos cosos y qué quieren. Tanto Villeneuve como el guionista Eric Heisserer (y también Ted Chiang, autor del cuento en el que se basa esta película) saben esto, y lo muestran de forma muy fehaciente, creando una experiencia sumamente efectiva.
La misión de Banks en el filme por momentos parece una historia detectivesca, lo cual también es un añadido espléndido. Y a medida que la trama avanza, y Banks empieza a descifrar más y más el idioma de los aliens, el filme empieza a hacer sus preguntas sobre el universo y la vida humana, cuestiones sobre la comunicación y el lenguaje y cómo estos afectan nuestra forma de pensar. Para serles honesto, no me quedó muy claro si La Llegada llega a alguna conclusión sólida con respecto a estos temas; creo que me quedé deslumbrado con las cosas que vinieron antes. Pero en el aspecto emocional (que en realidad es el único que importa), la película logra un resultado satisfactorio, con un plot twist de esos que si lo describo acá merezco la muerte.
No olvidemos que Denis Villeneuve es el responsable de la próxima Blade Runner 2049, un clásico de la ciencia ficción que también es el mejor ejemplo de la mezcla entre la "ciencia ficción pochoclera" y la "ciencia ficción sofisticada". Viendo La Llegada, podemos asegurar que una mitad del trabajo le va a salir bien.
VEREDICTO: 9.0 - FERNET CON ALIENÍGENAS
La Llegada es tal vez la mejor película de ciencia ficción del año: una puesta en escena excelente con un guión bien desarrollado para sostenerla. Un lindo regalo de Navidad para todos los fans de Interstellar.