Misterios del lenguaje
Doce naves extraterrestres aparecen de golpe en diferentes puntos del planeta. No hay signos de violencia, pero el mundo está desconcertado y en pánico. Ahí entra en juego la protagonista de “La llegada”, una experta en lingüística (Amy Adams) que es reclutada por el gobierno de Estados Unidos para intentar descifrar el idioma de los aliens y averiguar cuál es su propósito en la Tierra. El director canadiense Denis Villeneuve (“La sospecha”, “Sicario”) sabe muy bien cómo contar una historia creando suspenso y reflexión al mismo tiempo. La película está marcada por influencias de “Encuentros cercanos del tercer tipo”, “2001 odisea en el espacio” y el cine de Terrence Malick, y por ese camino la protagonista atraviesa un fascinante proceso en entender el lenguaje de los extraterrestres y sus consecuencias. El problema es que Villeneuve desdobla la historia en dos partes: por un lado sigue la relación con los extraterrestres y por otro la vida privada de la protagonista, marcada por una pérdida muy dolorosa. Estas partes no logran ensamblarse hacia el final, y cerca de la resolución la película se desinfla con revelaciones mágicas y una inoportuna vuelta de tuerca. Es una verdadera pena, porque en apenas 20 minutos se empaña lo que podría haber sido una película con más brillo.