La ciencia ficción no tiene que ser puro artificio y efectos especiales. Claro que necesita de estos elementos para contar sus historias, pero también del factor humano, que es el verdadero aglutinante entre estos dos mundos de realidad y fantasía. Así lo entiende Denis Villeneuve -director responsable de “Sicario” (2015) y “La Sospecha” (Prisoners, 2013)- que, a partir de la historia corta de Ted Chiang, “Story of Your Life”, se embarca en su primera aventura extraterrestre.
“La Llegada” (Arrival, 2016) cuenta la historia de, justamente, el arribo de doce naves espaciales desparramadas por el planeta. Temerosos, los humanos tratan de comunicarse y averiguar las intenciones de estos seres que, desde el vamos, no muestran ningún indicio de hostilidad.
Esta será la tarea de Louise Banks (Amy Adams), una experta en lingüística que debe hacer contacto con los aliens antes de que el mundo caiga en el caos y la desesperación, tanto de los civiles como lo militares. Así, Banks pasa a formar parte de un equipo especial de investigadores que se adentra en una de las naves, junto al físico Ian Donnelly (Jeremy Renner), científico que ha soñado con este momento desde su más tierna infancia.
Louise es la primera que logra descifrar el tipo de lenguaje que utilizan estos “heptápodos” –llamados así porque son bichos con siete tentáculos- y descubre que vienen con la intensión de hacernos un “regalo”. Acá es donde empiezan lo malos entendidos entre el significado de “arma” y “herramienta”, y algunas naciones del mundo ya no tienen tantas ganas de estrechar lazos de amistad con los visitantes.
“La Llegada” es pura tensión, un thriller contrarreloj que va mezclando varias líneas temporales. Villeneuve no se excede con los efectos, en cambio, nos regala imágenes bien puras que enamoran desde la simpleza. Pero lo más importante sigue siendo el ser humano y el nexo con estas criaturas. No casualmente, el director elige el lenguaje como su elemento de estudio, punto de quiebre que (en la historia de la humanidad con la escritura) marca el comienzo de la cultura, propiamente dicha.
Amy Adams se carga la película al hombro y se convierte en centro de esta trama que tiene muchos puntos en común con otras historia sci-fi como “Contacto” (Contact, 1997), “Interestelar” (Interstellar, 2014) y, por qué no, “Encuentros Cercanos del tercer Tipo” (Close Encounters of the Third Kind, 1977).
Villeneuve destaca la importancia de la comunicación, no sólo entre humanos y alienígenas, sino entre naciones, y no podemos de dejar de lado los paralelismos políticos, sobre todo si el país más conflictivo y dispuesto al ataque resulta ser China.
No hay mucho más para decir, sin caer en el spoiler. “La Llegada” esconde algún que otro misterio que es fácil de dilucidar, pero su principal atractivo reside en la construcción de este nexo de confianza que debe establecerse y en la propia naturaleza humana, más complicada (y peligrosa) que un conjunto de naves extraterrestres que llegan a nuestro planeta comunicándose a través de unas extrañas manchas de café (¿?).