Para que no se repita
A diez años de la mayor tragedia evitable de nuestra historia, llega este documental que muestra con responsabilidad y rigor lo que sucedió aquella funesta noche del 30 de diciembre de 2004 en el local República de Cromañón, y sus consecuencias.
Por un lado, la directora recurre a material periodístico y judicial para explicar de forma didáctica e imparcial lo que sucedió en el lugar. Las condiciones del boliche, la forma en que fue organizado el recital de Callejeros, con datos que constan en la causa y que dejan en claro el nivel de irresponsabilidad que tuvo la banda y quienes junto a esta organizaron el show. Se presentan testimonios de abogados que participaron en el juicio como querellantes y también de familiares de las víctimas.
Bottero apuesta a la sensibilidad natural que se desprende de testimonios de por sí desgarradores, sin subrayar en busca de golpes bajos. Tiene la capacidad de equilibrar los relatos, dejando lugar para quienes consideran que la banda no es culpable -porque hay quienes así piensan-, pero afortunadamente la directora elije apoyarse en lo que se probó en la causa y no en fanatismos adolescentes.
El documental nos da la oportunidad no solo de repasar un hecho trístemente histórico, también de ver y escuchar a Aníbal Ibarra, responsable político y operativo del desastre, en una entrevista televisiva que lo deja en evidencia.
Informativa, dura y emotiva, así es esta película de visión indispensable, especialmente en esta época de elecciones. Para tener en cuenta que hay que ver un poco más allá de lo que muestran los candidatos, escarbar en el fondo de las cosas.
Para que la historia no se repita, ni más ni menos. Nunca más.