La directora Marina Zeising es la protagonista absoluta de este documental que muestra su propio viaje interior y exterior para responder a sus preguntas existenciales acerca de la condición femenina y la naturaleza de la maternidad.
A la película le cuesta encontrar un eje claro, salta de un tema a otro, aunque siempre vinculado con los temas anunciados. La voz en off de la directora falla en su búsqueda poética y el tono no consigue tampoco mejorar el relato ni convertirse en un valor destacable.
Hay muchos momentos interesantes y es valioso que se hable tanto de aborto y de maternidad no como dos temas que se excluyen mutuamente sino como tópicos importantes para las mujeres.
Pero también la película le da cámara a personajes dudosos y termina mostrando algunas teorías que hoy por hoy están cuestionadas por irresponsables. En muchos aspectos la película está fuera de época y tarda mucho tiempo pasando por tópicos feministas ya trabajados muchas veces. Hay mucho material y este no puede ser tomado tan a la ligera como para quedarse en el festejo de su genuino interés feminista.