La luz entre los océanos, basada en la novela homónima de la escritora australiana M. L. Stedman, es el tercer largometraje ficcional del director Derek Cianfrance y llega a la pantalla grande para presentar un drama ubicado en Australia a mediados de los años 20. Tom Sherbourne (Michael Fassbender) e Isabel Sherbourne (Alicia Vikander) viven solos en una isla donde el esposo trabaja en el faro. Una mañana un bote llega a las orillas de la isla y se encuentran con que dentro de este, hay un hombre muerto y una bebé recién nacida. La pareja decide quedarse con la bebé en vez de reportar lo sucedido a las autoridades, hasta que la culpa los corrompe al conocer a la madre biológica de la niña, interpretada por Rachel Weisz.
En un principio parecería que el film no termina de empezar, ya que el conflicto tarda en llegar porque la película se encarga de mostrarnos los inicios de la pareja. Una vez que encuentran a la niña, el film nos empieza a llenar de contradicciones. Cianfrance nos involucra en la historia de los lazos familiares de esta pareja y nos coloca en una posición incómoda como espectadores ya que se corre de las convenciones sociales de lo que está bien y lo que está mal.
Los actores saben meterse a fondo en los personajes que encarnan, Alicia Vikander en la piel de una madre a la cual le quitan la tenencia de su hija es verdaderamente conmovedora por momentos. Al igual que Fassbender, este esposo al cual la culpa comienza a corromperlo al conocer a la madre biológica de su hija. Rachel Weisz en un papel difícil, sabe mostrar el sufrimiento de esta madre que ha perdido a su familia.
En la película los protagonistas se envían cartas, que son narradas por ellos mismos en voz en off, un recurso un tanto predecible que termina agotándose a lo largo del film, al igual que los planos que utiliza el director, de paisajes, casi imitando postales, que hay a lo largo de la película.
La banda sonora original compuesta por Alexandre Desplat (Trabajó con Polanski, Tom Hooper, Wes Anderson, entre otros) es de lo más interesante de la película, ya que conduce muy bien al espectador por el hilo dramático que transita. De más está decir que la ambientación de época de la película es excelente.
Derek Cianfrance es un director que tiene habilidad para lograr que el espectador empatice con sus personajes, pero en esta entrega, el drama recae en la muy buena interpretación de los actores, pero si queremos buscar en las otras capas del film no nos encontraremos con mucho