Si nos dejamos llevar por el póster La luz entre los océanos parecería ser una película romántica así que a tener cuidado con esto porque nos encontramos ante un verdadero drama.
Con una química arrolladora que traspasa la pantalla Michael Fassbender y Alicia Vikander (son pareja en la vida real) nos brindan un romance idílico en tiempos de post Primera Guerra hasta que la tragedia los golpea.
A partir de ese momento el espectador se sumerge en un mundo muy gris donde hace empatía con todos los puntos de vista sobre el conflicto pero sale perdiendo porque se sentirá mal al terminar la proyección como causa de un golpe-efecto y no por trascendencia de la historia.
El director Derek Cianfrance no logró lo mismo que había hecho con Blue Valentine (2011) en donde nos sumergirnos en la desesperación de la pareja, aquí lo intentó pero el film se quedó corto y recayó en lo gráfico y obvio tapando sutilezas.
Desde el punto de vista actoral es impecable, lo mismo sucede con la fotografía que aprovecha muy bien la luz natural de las locaciones de Australia pero la historia se hace un poco pesada y larga.
En líneas generales La luz entre los océanos es un drama que se deja ver pero que no trasciende en ninguno de los puntos que toca y su mayor atractivo es la labor de sus actores