La luz incidente

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

EL DOLOR QUE NO PUEDE SER…

Aunque su director declare que cuando filmaba no tenía todo absolutamente en claro sobre como terminaría su trabajo, cuando se ve el film de Ariel Rotter se tiene la sensación de una solidez, un armado pensando en los últimos detalles, una perfección en la realización y en el planteo dramático redondo. La historia de una joven viuda, en los sesentas, que no trabaja, que tiene dos hijas chiquitas, destrozada por la perdida de su marido y su hermano en un accidente, que sin embargo debe someterse al “deber ser” de la sociedad y de la familia, y “tratar” de casarse otra vez, para mantener la estructura de su casa, aunque su cuerpo y su alma le pidan otra cosa. Dos fuerzas contrapuestas la necesidad del duelo y la supuesta necesidad de rearmarse que chocaran irremediablemente. Un ensayo sobre el dolor y la sumisión. Delicada y potente a la vez. Erica Rivas despliega todas sus dotes de actriz al construir a su criatura, pocas palabras, mucho talento. La acompaña un muy buen elenco: Marcelo Subiotto, Susana Pampin, Elvira Onetto. Son seres que hablan sin ser escuchados, que preguntan lo insólito, se quedan con lo que quieren oír, que dejan hacer., que corren al abismo, con acciones reprimidas, pequeños estallidos.