Basada en la historia de la mansión Winchester situada en California. Esta mansión victoriana fue construida por la heredera del creador de los rifles Winchester, Sarah Winchester, interpretada por Mirren, y su convicción de que los fantasmas la acosaban la llevó a construir más de 160 habitaciones, escaleras que no llevaban a ninguna parte y puertas que al abrirse descubrían un muro... todo con la intención de esquivar a los seres del otro mundo.